¿Por qué realizar este examen?

La preeclampsia es una complicación relativamente común del embarazo. La mayoría de las mujeres afectadas por este trastorno no presentan síntomas graves, pero aquellas que desarrollan eclampsia pueden sufrir consecuencias, tanto la madre como el feto. Las consecuencias en casos graves pueden incluir desprendimiento de la placenta, parto prematuro, falla de órganos, convulsiones, etc. La preeclampsia puede desarrollarse en las primeras etapas del embarazo (preeclampsia temprana), requiriendo inducción del parto antes de la semana 34 de gestación, o al final del embarazo (preeclampsia tardía). El cribado actual para la preeclampsia incluye parámetros ecográficos y la detección temprana de síntomas (a partir de la semana 25 o 34, más comúnmente). Sin embargo, si se detecta en el primer trimestre del embarazo, permite un monitoreo adecuado de la mujer embarazada y el feto. 

¿Qué es el examen?

El examen Preeclampsia 1er Trimestre evalúa el riesgo de desarrollar preeclampsia entre las semanas 11 y 13.6 de gestación. El análisis de riesgos se calcula en base a un algoritmo que combina los niveles de PlGF (factor de crecimiento placentario), los parámetros de PAPP-A (proteína plasmática asociada al embarazo), junto con la presión arterial y datos ecográficos. 

¿Para quién está indicado?

• Mujeres embarazadas entre las semanas 11 y 13.6 de gestación, especialmente con alguno de los siguientes factores de riesgo: 
• Primer embarazo o primer embarazo con una nueva pareja; 
• Embarazo anterior con preeclampsia o si la madre tuvo preeclampsia; 
• Diabetes tipo I; 

• Índice de masa corporal superior a 35; 
• Edad mayor de 40 años; 
• Embarazos múltiples; 
• Presión arterial alta, problemas renales y/o diabetes; 
• Embarazo por fertilización in vitro (FIV). 

Tecnología

Quimiluminiscencia.